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AUGUSTO L. MAYER
que por el año 1520 visitó la Alta Italia. La Santa Cena,
del altar del linaje de la Virgen (1521), de la catedral de
Ulm, acusa claramente el conocimiento de Leonardo.
Pero el pintor no es un artista renacentista ; su arte
pertenece al estilo gótico final, apareciendo en él una
serie de elementos renacentistas realizados de una ma-
nera totalmente nórdica, y en muchos aspectos se em-
parenta con pintores españoles del principio del estilo
plateresco.
Diestro en el dibujo e influido por los augsburgueses
en el colorido, sabe prestar a todas sus obras un rico
efecto decorativo ; desarrolló también una actividad
muy inteligente en el terreno del retrato (Ulm, Munich),
en el que se distingue por la más luminosa carnación.
Las singulares obras de Jorge Ratgeb (1) representan
la entrada de la pintura suabia en su especial estilo
barroco manierista del último período gótico. Su pin-
tura más importante es un gigantesco altar conservado
en el Museo Antiguo de Stuttgart, que lleva escenas de
la Vida y Pasión de Jesucristo. Con un expresionismo
notablemente exagerado, el artista parece querer sobre-
pasar, en sus puntos característicos, a sus numerosos
modelos Grünewald, Durero, Baldung y Schaeufelein,
así como obras italianas y neerlandesas.
Augsburgo
Hacia fines del siglo xv se constituye Augsburgo (2)
como importante centro de pintura alemana. No puede
sostenerse la pretensión de que, sólo debido a motivos
externos, nos hayan quedado, desgraciadamente, tan
(1) Comp. el trabajo de A. Stange, en Festschrijt fiir Wblfflin.
Munich, 1924.
(2) Beitrage zur Geschichte der deutschen Kunst, ed. por
E. Buchner y K. Feuchtmayr. Tomo II. Augsburger Kunst
der Spaigotik und Renaissance. Augsburgo, 1928.
AUGUSTO L. MAYER
que por el año 1520 visitó la Alta Italia. La Santa Cena,
del altar del linaje de la Virgen (1521), de la catedral de
Ulm, acusa claramente el conocimiento de Leonardo.
Pero el pintor no es un artista renacentista ; su arte
pertenece al estilo gótico final, apareciendo en él una
serie de elementos renacentistas realizados de una ma-
nera totalmente nórdica, y en muchos aspectos se em-
parenta con pintores españoles del principio del estilo
plateresco.
Diestro en el dibujo e influido por los augsburgueses
en el colorido, sabe prestar a todas sus obras un rico
efecto decorativo ; desarrolló también una actividad
muy inteligente en el terreno del retrato (Ulm, Munich),
en el que se distingue por la más luminosa carnación.
Las singulares obras de Jorge Ratgeb (1) representan
la entrada de la pintura suabia en su especial estilo
barroco manierista del último período gótico. Su pin-
tura más importante es un gigantesco altar conservado
en el Museo Antiguo de Stuttgart, que lleva escenas de
la Vida y Pasión de Jesucristo. Con un expresionismo
notablemente exagerado, el artista parece querer sobre-
pasar, en sus puntos característicos, a sus numerosos
modelos Grünewald, Durero, Baldung y Schaeufelein,
así como obras italianas y neerlandesas.
Augsburgo
Hacia fines del siglo xv se constituye Augsburgo (2)
como importante centro de pintura alemana. No puede
sostenerse la pretensión de que, sólo debido a motivos
externos, nos hayan quedado, desgraciadamente, tan
(1) Comp. el trabajo de A. Stange, en Festschrijt fiir Wblfflin.
Munich, 1924.
(2) Beitrage zur Geschichte der deutschen Kunst, ed. por
E. Buchner y K. Feuchtmayr. Tomo II. Augsburger Kunst
der Spaigotik und Renaissance. Augsburgo, 1928.