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AUGUSTO L. MAYES
un exceso de vigor, con lo cual resulta que la tabla más
grande no posee plenamente valor propio, sino que
sólo es una parte integrante de la gran complejidad del
altar, cuyo movimiento se prolonga encrespado hasta el
mismo marco. La decoración del gótico decadente, que
a imitación de los ornamentos esculpidos va pintada en
los cuadros, hace que la vitalidad de las tablas se comu-
nique a todo el altar. Además de las tablas del, en otro
tiempo, altar mayor de Weihenstephan, son obras maes-
tras de Jan Pollack y sus adeptos, los altares de Blu-
tenburg y del que fué altar mayor de la iglesia de los
Franciscanos, así como el de la de San Pedro, todos
los cuales conserva el Museo Nacional de Munich. Cier-
tamente no será aventurado establecer el origen polaco
del artista, a juzgar por el salvaje tempo, singularmente
exaltado, así como su notable manera, un tanto danza-
rina y un tanto bárbara. Este maestro Jan fué pintor
del municipio de Munich a partir de 1488; ya antes
había pintado el mencionado altar de Weihenstephan
(1483), y falleció en Munich en 1519.
Pintura del Tirol y del Sudeste
La pintura del Tirol (1) se manifiesta en la parte
Sur comprensiblemente influida, de manera muy mar-
cada, por el arte italiano. Pero desde principios del
siglo xv observamos en las más famosas obras, en las
del claustro de Brixen (1417) y en la Galería del castillo
de Merán, una pronunciada influencia francesa. Artistas
bohemios intervienen en este país : las más importantes
pinturas del castillo de Runkelstein fueron ejecutadas a
(1) Karl Atz, Die Kunstgeschichte Tirols. lunsbruck, 1909.
Otto Fischer, Die altdeutsche Malerei iu Salzburg. Leipzig,
1908.
R. Stiassny, Studien zur Altsalzburger Malerei. Repertorium
fuer Kunstv. XXXIV, 1911.
AUGUSTO L. MAYES
un exceso de vigor, con lo cual resulta que la tabla más
grande no posee plenamente valor propio, sino que
sólo es una parte integrante de la gran complejidad del
altar, cuyo movimiento se prolonga encrespado hasta el
mismo marco. La decoración del gótico decadente, que
a imitación de los ornamentos esculpidos va pintada en
los cuadros, hace que la vitalidad de las tablas se comu-
nique a todo el altar. Además de las tablas del, en otro
tiempo, altar mayor de Weihenstephan, son obras maes-
tras de Jan Pollack y sus adeptos, los altares de Blu-
tenburg y del que fué altar mayor de la iglesia de los
Franciscanos, así como el de la de San Pedro, todos
los cuales conserva el Museo Nacional de Munich. Cier-
tamente no será aventurado establecer el origen polaco
del artista, a juzgar por el salvaje tempo, singularmente
exaltado, así como su notable manera, un tanto danza-
rina y un tanto bárbara. Este maestro Jan fué pintor
del municipio de Munich a partir de 1488; ya antes
había pintado el mencionado altar de Weihenstephan
(1483), y falleció en Munich en 1519.
Pintura del Tirol y del Sudeste
La pintura del Tirol (1) se manifiesta en la parte
Sur comprensiblemente influida, de manera muy mar-
cada, por el arte italiano. Pero desde principios del
siglo xv observamos en las más famosas obras, en las
del claustro de Brixen (1417) y en la Galería del castillo
de Merán, una pronunciada influencia francesa. Artistas
bohemios intervienen en este país : las más importantes
pinturas del castillo de Runkelstein fueron ejecutadas a
(1) Karl Atz, Die Kunstgeschichte Tirols. lunsbruck, 1909.
Otto Fischer, Die altdeutsche Malerei iu Salzburg. Leipzig,
1908.
R. Stiassny, Studien zur Altsalzburger Malerei. Repertorium
fuer Kunstv. XXXIV, 1911.