LA PINTURA ALEMANA
27
solemnes pinturas de Santa María de la Altura, de
Soest.
Sean aquí citadas con todo el honor que merecen las
tablas westfalianas. Trátase de antependios y retrotabula
(retablos). A los fragmentos más antiguos pertenece el
antependio procedente de la iglesia de Santa Walpurgis,
de Soest (hacia 1180), actualmente en el Kunstverein de
Münster, con el Pantocrator en el centro y las figuras
de la Virgen y Santa Walpurgis, San Juan Bautista y
San Agustín, la Virgen con los Dones del Espíritu Santo,
representación comparable a la de un frontal deVich.
El estilo responde completamente al de las pinturas
murales de la iglesia de San Patroclo. De la iglesia de
Santa María de las Praderas, de Soest, procede el reta-
blo que se conserva en el Kaiser-Friedrich-Museum de
Berlín (pergamino sobre madera de roble; hacia 1230), el
cual acusa una clara influencia bizantina. Lleva repre-
sentadas la Crucifixión, Cristo anteCaifás, y las Mujeres
junto al Sepulcro (lám. VIII). Se observa la más estre-
cha relación con el arte del maestro de las pinturas
murales de la iglesia de San Nicolás, de Soest, en un
altar, ejecutado hacia 1270 (actualmente también en el
Friedrich-Museum de Berlín) ; representa la Trinidad,
la Virgen y San Juan Evangelista (lám. VII).
De la Baja Sajonia, de la iglesia de San Egiclio, de
Quedlinburg, procede el notable altar que actualmente
posee el Kunstverein, de Münster; es de forma trilobada
y presenta escenas de la Pasión de Cristo y de la Coro-
nación de la Virgen. Esta obra ya acusa rasgos muy
característicos del gótico y, seguramente, pertenece a la
segunda mitad del siglo xm (lám. IX).
Las pinturas murales románicas más antiguas de
Sajonia son de fines delxn. Desgraciadamente, casi des-
truida por completo se halla la pintura de la iglesia de
Nuestra Señora de Halberstadt. Se observa ya en las
pinturas románicas sajonas aquella estrecha relación
27
solemnes pinturas de Santa María de la Altura, de
Soest.
Sean aquí citadas con todo el honor que merecen las
tablas westfalianas. Trátase de antependios y retrotabula
(retablos). A los fragmentos más antiguos pertenece el
antependio procedente de la iglesia de Santa Walpurgis,
de Soest (hacia 1180), actualmente en el Kunstverein de
Münster, con el Pantocrator en el centro y las figuras
de la Virgen y Santa Walpurgis, San Juan Bautista y
San Agustín, la Virgen con los Dones del Espíritu Santo,
representación comparable a la de un frontal deVich.
El estilo responde completamente al de las pinturas
murales de la iglesia de San Patroclo. De la iglesia de
Santa María de las Praderas, de Soest, procede el reta-
blo que se conserva en el Kaiser-Friedrich-Museum de
Berlín (pergamino sobre madera de roble; hacia 1230), el
cual acusa una clara influencia bizantina. Lleva repre-
sentadas la Crucifixión, Cristo anteCaifás, y las Mujeres
junto al Sepulcro (lám. VIII). Se observa la más estre-
cha relación con el arte del maestro de las pinturas
murales de la iglesia de San Nicolás, de Soest, en un
altar, ejecutado hacia 1270 (actualmente también en el
Friedrich-Museum de Berlín) ; representa la Trinidad,
la Virgen y San Juan Evangelista (lám. VII).
De la Baja Sajonia, de la iglesia de San Egiclio, de
Quedlinburg, procede el notable altar que actualmente
posee el Kunstverein, de Münster; es de forma trilobada
y presenta escenas de la Pasión de Cristo y de la Coro-
nación de la Virgen. Esta obra ya acusa rasgos muy
característicos del gótico y, seguramente, pertenece a la
segunda mitad del siglo xm (lám. IX).
Las pinturas murales románicas más antiguas de
Sajonia son de fines delxn. Desgraciadamente, casi des-
truida por completo se halla la pintura de la iglesia de
Nuestra Señora de Halberstadt. Se observa ya en las
pinturas románicas sajonas aquella estrecha relación